Guía para ser autodisciplinado

Decirte a vos mismo lo que debés hacer y cumplirlo, es una de las cosas que más beneficios traerá a tu vida académica, profesional y personal. ¡Sí! La autodisciplina es aquello que sin importar las circunstancias te hará trabajar por tus metas y brillar.

En estos tiempos en que la modalidad virtual se hace más presente que nunca, deberías perfeccionar la habilidad de la autodisciplina, para que tu vida como estudiante se haga más fácil y efectiva.

Te daremos algunos consejos para que logrés ser autodisciplinado.

Ponele actitud

Vía Giphy

Si hay algo por lo que deberías empezar para alcanzar disciplina, es la actitud. Estas dos van de la mano. Cuando estés por comenzar tu día, habla contigo mismo y decí lo que tenés que hacer, recuérdate que tenés todas las capacidades para realizar tus deberes a la perfección.

Hablar con vos mismo es el paso que tenés que dar para programar tu cerebro con la actitud correcta.

Metas claras

La disciplina es una lucha interna por dominar nuestros propios impulsos. Pueden existir mil impulsos que se pasan por nuestra mente justo cuando debemos cumplir con nuestros deberes: el impulso de posponer, de ver qué hay en la televisión, de ir a comer algo, de ver las redes sociales y hasta de dormir.

Pues bien, tener tus metas claras te ayudará a dominar tus impulsos y lograr la autodisciplina. Por ejemplo, si eres estudiante, tu meta es realizar todas tus tareas y trabajos a tiempo para que luego no tengas que pasar la noche entera haciendo todo a última hora.

Prepárate para eliminar excusas

Vía Giphy

Ponte la meta de que cuando aparezca una excusa en tu cabeza, vos le podás dar una respuesta para que esta desaparezca. Por ejemplo, si aparece la excusa de que hay mucho ruido en el ambiente para trabajar, vos debés responder escuchando música que te ayude a concentrarte. Si tenés sueño, podés preparar un café.

Tener el hábito de eliminar excusas hará que estas desaparezcan progresivamente.

Identifica tus debilidades

No somos perfectos y es normal que unas cosas nos cuesten más que otras, por lo que reconocer tus debilidades te permitirá planear cómo combatirlas. Te vamos a dar un ejemplo con una de las debilidades más grandes de los jóvenes al momento de ponerse a estudiar: el celular.

Si revisar tus redes sociales constantemente no te deja avanzar en tus deberes, no llevés el celular a la mesa de trabajo, o establece horarios para revisarlas.

Concentrate en reconocer tus debilidades y estarás un paso más cerca de la autodisciplina.

Apodérate del tiempo

No dejés que las horas de tus días pasen sin que vos las controles. Vos tenés que decidir qué hacer en cada hora del día, para ello te sugerimos manejar una agenda o calendario, con tus deberes especificados. Date el gusto de marcar cada actividad cumplida, esto te motivará a continuar con el plan establecido en el calendario.

El arte de dominar tu mente

Los seres humanos funcionamos con estímulos positivos y negativos. Te aconsejamos premiarte cada vez que logrés un día o una semana de disciplina, esto te reprogramará para seguir enfocado en crear el hábito que buscas.

Podés premiarte con algo que te guste: dulces, música, películas o juegos.

Si lográs la autodisciplina en tu vida universitaria, también podrás replicarla a otras áreas como la alimentación, el ejercicio, los pasatiempos o cualquier cosa que te propongas. ¡Manos a la obra!